Si aún quieres arreglar tu relación conversa, la
comunicación es la base del entendimiento. Debemos ser honestos y evitar los
secretos que puedan dañar la relación y tomar en cuenta lo que realmente sentimos.
Si ya no cuentas con el suficiente interés por la otra persona es mejor decirlo
pronto a fomentar una relación igual de nociva. Hablar con calma y evaluar la
pertinencia en su relación, sacando sus verdaderos sentimientos y
pensamientos a flote sin ofensas, sin rencores.
Cuántas
veces hemos querido dejar la relación, mandar al carajo todo y que las
emociones vayan a deriva, la vida es un caminar del día a día , donde
aprendemos y también nos equivocamos, donde sentimos y a veces no merecemos lo
que nos pasa , nos dicen, hacen, cuestionan. Pero te has puesto a pensar, si tu
semejante merece lo que tú le das, haces, dices.
Sanar
tus heridas para mejorar la relación que tenemos con los otros es importante,
curar nuestros propios problemas y aceptarnos tal y como somos. Todo el trabajo
emocional que hagas contigo mismo se proyectará a tus seres queridos. No todas las embarcaciones sucumben a la
tormenta, algunas consiguen navegar entre aguas agitadas y seguir el rumbo
hacia puertos predichos con la experiencia de una tempestad como bandera de
oficio. Las relaciones de pareja no son muy distintas: cuando las adversidades
son afrontadas con la templanza de un buen navegante, las diferencias se
convierten en oportunidades de aprendizaje y crecimiento en lugar de afrentas
contra el amor.
Por
supuesto, saber plantar cara a una discusión de pareja no es un don innato sino
una habilidad susceptible de ser desarrollada y fortalecida a través del
conocimiento del ser amado y de uno mismo, de la paciencia y la inteligencia
emocional. Discutir de forma inteligente supone aprender el arte de elegir las
palabras más fieles a la realidad. No se trata de restar peso al testimonio
personal omitiendo detalles, sino de cuidar que la discusión no se vea guiada
por el resentimiento o la ira del momento.
La
generalización, al igual que la exageración, equivale a atacar a nuestra pareja
basándonos en situaciones que muy probablemente no han ocurrido jamás, o al
menos no en las dimensiones que aseguramos. Nuestra pareja puede interpretar
este comportamiento como un intento de victimización y sentirse, a la vez,
incomprendida y traicionada por nuestra inmadurez.
Un respiro a una
situación ajena a lo vivido, cuando sin pensar todo marcha bien, pero te repite
la vida el problema, la discusión, el entorno…. Respira, que hay que disfrutar,
el día a día te da otra oportunidad de
amarse ,de valorarse, de cuidarse, de ser feliz.
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